Ambientes favorables para el desarrollo de base

El desarrollo de base supone una racionalidad colectiva que se estructura en torno a la articulación de esfuerzos, la creación de reglas compartidas, la negociación entre intereses y prioridades diversas y la deliberación para el trámite de los conflictos. En tal sentido, desarrollo de base y capital social aparecen como conceptos estrechamente ligados en una relación de doble vía: el desarrollo de base genera capital social en la medida en que busca fortalecer capacidades colectivas, niveles de cohesión social y relaciones de confianza entre los actores, sean éstos individuos u organizaciones: “Cuando en las organizaciones comunitarias existe mayor capacidad para autoconvocarse, definir colectivamente sus necesidades, identificar, ejecutar y evaluar de forma compartida alternativas (desarrollo de base), se genera mayor confianza entre sus integrantes y se crean condiciones para que estas organizaciones cualifiquen sus relaciones con otras organizaciones, con la empresa privada y el Estado”.

Autores
Fabio E. Velásquez C.
Esperanza González R.